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Láminas Utilizadas en Clase.

 

Deisy Elius Jiménez Dorante

La Verdad.

El abordaje de la verdad es un aspecto fundamental en esta formación, ya que cada ser humano, en todo momento, busca alinearse con la realidad para alcanzar sus deseos y esta búsqueda solo se materializa a través de la verdad.

Es común que la verdad sobre algo se obtenga mediante la validación de factores externos, en lugar de basarnos en nuestra propia introspección. Muchas veces, sentimos que lo que consideramos bueno, auténtico o verdadero necesita la aprobación de otros, ya sean amigos, profesionales, grupos sociales o autoridades. De hecho, es habitual acudir a libros, videos e incluso redes sociales para definir lo que se considera óptimo, ideal o correcto en distintas situaciones. Sin embargo, aunque lo que encontramos en estos recursos pueda parecer admirable o justo, a veces surgen dudas internas que nos llevan a cuestionar esa información o a sentir insatisfacción con lo que hemos hallado.

Esta necesidad de ajustarnos a lo que «debe ser» correcto a menudo genera frustración e insatisfacción, ya que nos aleja de nuestro verdadero yo.

En el ámbito del coaching espiritual, se explora el concepto de verdad desde la perspectiva del alma. Nuestra esencia radica en que somos un **alma viviente**, formada por el polvo que compone nuestro cuerpo, junto con el aliento de vida que Dios nos concedió, permitiéndonos existir a su imagen y semejanza. Ser consciente de esto es relevante para convertirnos en los arquitectos del nuevo mundo. Debemos entender que nuestra realidad no se crea a partir de factores externos, sino que emerge de nuestra propia verdad y que esta, es una perspectiva única que pertenece a cada individuo.

 

 La Verdad no es un Concepto, es un Sentir Divino.

Cuando buscamos la verdad en el exterior sobre algún tema, creemos que lo que deseamos es una respuesta para manejar una situación. Sin embargo, lo que realmente consideramos no es solo el concepto o la manera de actuar, sino la Fuente de la cual proviene  pues es el origen lo que importa, y que esta posea esa Grandeza o semejanza Divina que es lo que realmente somos.

Permíteme ilustrar esto con un ejemplo.

Imaginemos que queremos realizar un curso sobre seguridad, que será impartido por un policía especialista de nuestra comunidad, quien cuenta con una vasta experiencia. Sin embargo, recibimos la noticia de que también estará dictado por el director regional de seguridad. Al plantearnos esta nueva opción, sin duda, nuestra alma se inclinará hacia el curso con el director regional, ya que lo que puede ofrecer por su cargo y experiencia es mucho más valioso que lo que podría brindarnos nuestro querido vecino, que aunque tiene 30 años de experiencia, parece tener una visión más limitada y local.

Ahora, tras elegir al director regional de seguridad, nos informan que también vendrá un comisionado de México. Sin pensarlo demasiado, nos inclinaremos por esta persona, sin evaluar con precaución lo que realmente puede aportar en el área de seguridad. Efectivamente, buscaremos la forma de inscribirnos con este último.  Y por último, recibimos la noticia de que Estados Unidos se suma para apoyarnos en esta capacitación y, para quienes estén interesados, enviará al encargado de seguridad tanto en Estados Unidos como en conflictos bélicos, quien trabaja como el mayor representante de seguridad del Pentágono; lo que vamos a hacer no lo detallaré, ya que es evidente que nos inclinaremos hacia esta última opción.

Con todo lo expuesto, mi objetivo es demostrarte, mediante ejemplos, que lo que realmente buscas no es solo una forma de hacer las cosas, sino un concepto vinculado a algo o alguien. En el fondo, nuestra verdadera aspiración es descubrir nuestra divinidad. Cuando tenemos la oportunidad de conectarnos con algo que percibimos como grandioso, nos dedicamos a ello. Esto se debe a que, más allá de la información, los procedimientos, los métodos o las estrategias que se me puedan ofrecer para aprender sobre un tema, lo que realmente anhelo es encontrarme con esa imagen y semejanza de mi grandeza divina. Todo lo que se relacione con ello es lo que estoy dispuesto a aceptar.

El coach, por su parte, debe comprender y, sobre todo, ser consciente de que la verdad que cada persona busca dependerá de cuán alineada esté con su auténtico yo. Por ello, es crucial que durante una sesión de coaching se refleje grandeza; esto implica que los espacios deben transmitir divinidad y belleza, y el coach, de alguna manera, debe reflejar estas cualidades.

 

La Verdad en las Escrituras.

Y las escrituras conseguimos una declaración hecha por Jesús en Juan 17 qué dice

Juan 17: 17 «Santificalos en tu Verdad, tu palabra es Verdad»

Este versículo señala dos aspectos: uno que se otorga a nosotros, y otro que pertenece a Dios

Al Jesús solicitarle al Padre que nos Santifique, está pidiendo que nos consagre, o nos aparte para Él, y la forma de podernos consagrar o reservarnos para Él es a través del su verdad, que al ser depositada en nosotros, o sembrada en nuestros corazones, tenemos el mismo sentir, cumpliéndose de esta manera lo profetizado en Jeremías.

Jeremías 31 33 y 34  porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días–declara el SEÑOR–. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: «Conoce al SEÑOR, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande–declara el SEÑOR— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.

Que Dios nos otorgue su ley y la inscriba en nuestros corazones; esto es equivalente a apartarnos, consagrarnos o santificarnos. Además, al tratarse de su ley y sus estatutos, nos está entregando lo que es de Él, lo que considera bueno y lo que desea para nosotros. Así, nos consagra y nos llena de su verdad, de tal manera que se vuelve imposible no cumplirla. Si no le proporcionamos al _alma viviente que somos_ lo que necesita para oxigenarse, entonces nos perdemos.

Al decir Jesús «tu verdad», afirma que Dios tiene su propia verdad, y el hecho de que nos santifique en ella implica que su verdad nos guía hacia Él. Nos consagra para Él, y dado que el hombre es solo un instrumento de Dios, esta declaración se alinea perfectamente con lo que realmente somos y con la petición que Jesús hace al Padre.

Tu Palabra es Verdad.

Cuando Jesús dice en Juan 17:17 «tu palabra es Verdad», indica que lo que nos consagra a través de la verdad está vinculado con la poderosa fuerza creativa que Dios utiliza para crear todas las cosas. Esta fuerza, que es Su palabra, es la que realmente nos dedica a Él.

Ahora, exploramos en las sagradas escrituras el concepto de «La Palabra de Dios».

Hebreos 4:12, nos dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el Alma y el Espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las Intenciones del Corazón.»

Entonces, si la palabra es algo que da vida, discierne y penetra en cada uno de nosotros, y proviene únicamente de la Fuente creadora, es en ese momento donde la palabra que recibimos transforma nuestro ser de acuerdo con la verdad que Dios ha establecido para cada uno. De esta manera, nos consagra en Él, para que al pensar, ser y actuar conforme a su disposición, podamos ser uno con Él, como lo declara Jesús en el mismo capítulo donde dice.

Y todo esto sigue guardando relación y congruencia en cuanto a lo que realmente somos, es decir, instrumento de Dios para él glorificarse a sí mismo a través de cada una de sus partes de la cual nosotros somos parte.

 

Qué es Bueno y qué es Malo.

Este es un tema, que como se dicen acá en mi país, tendría mucha tela para cortar.

Ahora, al explorar este tema en relación con esta publicación desde la perspectiva de un coach espiritual, es importante entender que lo bueno y lo malo deben ser percibidos a través del alma, y no simplemente como ideas. Para una comprensión espiritual más profunda, revisemos lo que se dice sobre este asunto en las sagradas escrituras.

El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos, capítulo 14, aborda un tema que generaba gran debate entre los judíos. Este tema se refiere al consumo de carne ofrecida en altares para la expiación de pecados, y existía diferencia de opinión, sobre si esta carne, después de ser ofrecida, podía ser consumida. Veamos

 

Romanos 14 : 1-2   Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.  Porque uno cree que se ha de comer de todo, otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.

 

Aconsejaba que se recibiera a todos independientemente de lo que pudieran percibir sobre cualquier asunto, en este caso hace referencia a lo que es el tema de la carne debido a que era un debate amplio entre los judíos

 

Romanos 14: 7-8  «Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.»

 

El Apóstol realiza una aclaración fundamental sobre nuestra naturaleza divina, indicando que nadie vive para sí mismo ni muere para sí mismo. Esto significa que nuestras experiencias, sean estas vividas o no, no son más que un medio para que el gran creador de todas las cosas se exprese a través de nosotros. Además, señala que, si actuamos, lo hacemos para Él; y si no lo hacemos, igualmente, nuestras acciones están dirigidas hacia Él.

 

Romanos 14: 14 -15  -Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo, más para aquel que piensa ser inmunda alguna cosa, para él es inmunda.  Más si por causa de tu comida, tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No destruyas con tu comida a aquel por el cual Cristo murió.

Acá hace una declaración fundamental en cuanto a lo que es bueno o es malo, señala que él confía que para Dios para el señor nada es inmundo, es decir,  nada es malo, pero luego refiere lo que son los pensamientos, ya que son ellos los que califican las cosas de una manera o de otra, y a decir que las cosas son buenas o malas dependiendo el concepto o el pensamiento que tengas de ellas.

Recuerdo un ejemplo que me vino a la mente de parte de mi Divinidad, mientras hablaba sobre mis vestidos. Me hizo reflexionar que los grupos  indígenas  no utilizan ningún tipo de vestimenta y que para ellos no hay inconveniente en actuar así. Esto me llevo a entender, que en su consciencia no existe ningún sentimiento de maldad por cómo se visten; y que todo depende de la percepción, de lo que se crea o del entorno en el que uno se desarrolle. No obstante, no quiero decir, que mañana o pasado podría salir a la calle de esa manera, ya que mi consciencia y mi comprensión de la vida no me lo permiten. Sin embargo, comprendí que lo que considero bueno o malo es un concepto que he aprendido y desarrollado a lo largo de mi vida.

Por otro lado, comprendí que nuestra experiencia y percepción de las cosas dependen del entorno en el que nacemos, de las costumbres familiares y otros factores. Sin embargo, la realidad es que, dada la diversidad de percepciones, es el Creador quien elige los diferentes tipos de experiencias para recrearse y vivir nuevas vivencias cada día. Esto explica por qué constantemente buscamos cambios y mejoras, por qué hoy vemos las cosas de una manera y mañana de otra, o por qué queremos agregar, quitar o mejorar algo un poco más. Lo que realmente anhelamos es experimentar la mejor versión de nosotros mismos. Este deseo de transformación y cambio es un regalo del Creador que está arraigado en nuestro ser, formando parte de su propia esencia.

 

Segunda Evaluación.

Actividad a Realizar.

La siguiente actividad tiene como intención, generar en el participante un concepto propio de lo que es la verdad y de lo que es bueno y de lo que es malo, pero desde la perspectiva espiritual o la necesidad del alma.

En el siguiente libro titulado El Plan de tu Alma,  debe seleccionar uno de los temas,  de los cuales vas a detallar el caso que seleccionaste y luego determinar:

1 – Cuál fue el propósito de la vivencia de esa alma, al elegir vivir esa experiencia de acuerdio a lo expresado por sus guias.

2 – Elaborar un ensayo dónde puedas expresar de acuerdo a tu perspectiva Cuál era la verdad que esta alma venía a vivir, y qué es lo bueno y lo malo de esta experiencia.

N O T A   Para entender como se desglosa cada  tema y como quedo estructurado.. debe leer la primera parte que encuentras antes de iniciar los casos

a continuación proporciona algunos enlaces donde pueden conseguir el video.

https://www.academia.edu/36818780/El_plan_de_tu_alma_robert_schwartz

Libro el Plan de tu AlmA . R.W