El Amor de Deisy Elius Jiménez Dorante
¡El Amor!
Cuántas cosas no se han dicho del amor. Este término por lo general se asocia con ese sentimiento que tenemos por nuestras parejas o nuestros hijos, donde damos cariños, atención, comprensión, entre otras cosas.
Ahora bien, partiendo del origen etimológico de la palabra Amor, proviene del latín a que significa (sin) y mor que significa (muerte), es decir, amor significa, sin muerte. Por lo tanto, hablar del AMOR, es igual hablar de la eternidad. En la sagrada escrituras en 1 de Juan 4: 16 encontramos lo siguiente:
1 de Juan 4:16 «Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.»
Ahora bien, si por un momento suprimimos la palabra amor, y la reemplazamos por la palabra eternidad, o eterno, es decir, por su sinónimo, o significado, esta declaración del apóstol quedaría de la siguiente manera:
Y nosotros hemos creído en la eternidad que Dios tiene para con nosotros, Dios es eterno y el que permanece en esta eternidad permanece en Dios y Dios en él.
Cambiar estas palabras, por lo que realmente representa, es una declaración espiritual maravillosa. Ahora te invito a que detallemos con pausa esta afirmación que hace el apóstol.
Y nosotros hemos conocido y creído
«Y nosotros hemos conocido y creído» el apóstol declara en un comienzo, que ellos habían conocido; y revisando las escrituras, sabemos que todo conocimiento viene de Dios, que todo aquello que logramos comprender, a tal punto que nos llega a transformar, es «Palabra de Dios» es conocimiento que viene de Dios. Entonces ellos habían conocido, y habían creído en ese amor o en esa eternidad que Dios tiene para ellos.
Que Dios tiene para con nosotros.
«Que Dios tiene para con nosotros» acá expresa que es Dios es quien la tiene; Dios tiene esa eternidad, y qué es para con nosotros, aquí se evidencia la unión que tenemos de manera natural con Dios. Por ello Jesús cuando oró al Padre en Juan 17, expresó
Juan 17:21 «para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros,…»
Es importantísimo comprender de que la Eternidad que es Dios mismo está en nosotros, porque la tenemos a través de Él, y es así porque es que Dios y nosotros somos una sola cosa. Por lo tanto, el amor o la eternidad, eres tú y soy yo.