Cada vez que necesitamos o requerimos de algo para satisfacer alguna necesidad, siempre buscamos en el exterior algo o alguien que pueda cubrirlo. Para lograrlo actuamos en función de cumplir con normas, costumbres, reglas establecidas para alcanzar aquello que considero necesitar. No es menos cierto, que de acuerdo a nuestra habita, requerimos de servicios y de cosas físicas, que nos proporcione la comodidad que requiero. Sin embargo, en este pequeño escrito; no me refiero a este aspecto; sino aquel que buscamos en otros para sentirnos bien. Como el reconocimiento o la aprobación
Ahora bien, en muchas ocasiones lo que obtenemos de otros o nos es aportado, no cumple en un 100% con mi necesidad. Y esto se debe a que solamente tú, y solo tú, eres quien puedes satisfacerte plenamente. Solo tú y la Divinidad , tu creador, son los que pueden darte, lo que realmente tú necesitas, pues al fin y al cabo, lo que necesita toda alma viviente, es ser una con su origen. Te pondré un ejemplo práctico, para que lo puedas visualizar.
Imagina un árbol, este tiene diversas ramas, ubicada de una manera diferente a la otra como normalmente ocurre. Todas adherida al tronco central o tallo. Ahora bien, esta rama al tener sus flores para luego dar sus frutos requiere de alimentarse.
Un Árbol y Tú.
Sin embargo, vamos a suponer que una de esas ramas, al no ver el tronco o tallo que la sostiene, comienza a decirle a las ramas del árbol del frente, que le dé un poco de lo que ella tiene. ¡Si estuvieses allí! Y pudieses conversar con esa Rama que le pide a la otra, que le dirías? De Seguro algo como:
¡Hey, biológicamente es imposible. No puede darte.!
Bueno, te cuento. De la misma forma, nos ocurre; cuando buscamos en otros, suplir nuestra propia necesidad, nos perdemos, y reprochamos aquel que teniendo, no pudo darme, llevándome a un conflicto, que solo YO puedo resolver. Por ello la necesidad urgente de encontrarnos, de volver al origen, de regresar a casa. Este regreso solo se puede hacer, cuando la búsqueda de lo que soy, solo la puedo hacer desde mi corazón.
Ahora, entenderás, que solo nuestra propia divinidad, solo nuestro propio ser, puede darnos, suplirnos o alimentarnos. Solo ese tronco, sabe el momento y la forma de como hacerlo, ya que sabe como distribuir a cada una de sus ramas lo que realmente necesita.
Por ello SOLO TÚ, (pues tú y Dios son una sola cosa (Juan 17:21)) te puedes dar lo que necesitas.
Con todo mi amor, desde mi corazón.
Gladius Dei