Los demonios y sus mentiras.

Dentro de las actividades regulares , que tuve en “Casa de Oración» grupo del cual estuve a cargo por un buen tiempo, se presentó en una oportunidad una situación muy particular con una sobrina de una de las hermanas.

Nos expuso una situación muy personal que le agobiaba desde hacía 17 años, por lo que se hallaba desesperada, le era urgente encontrar una salida definitiva a aquello que perturbaba su vida. Decidimos subir a la segunda planta de mi casa, era un lugar que en oportunidades empleamos para orar, donde, además, se sentía mucha paz.

Después de dar apertura a la Reunión con una Oración, Ángela, manifiesta lo que le trastorna; parafraseando su relato, nos narró:

      Desde niña mi mamá nos llevaba a mí y mi hermana, a sesiones espiritistas; ella pertenecía a la religión de la santería, su deseo era cumplir con los requisitos exigidos por esa religión y hacerse santa, y para lograrlo, debía entregar a sus hijos a la religión, es decir, que estos también fuesen santeros. Yo asistí obligada desde los 7 años, me exigió participar en sesiones con animales muertos, entre otras cosas muy feas.

    De adulta, me negué rotundamente a seguir asistiendo. Busqué una iglesia para librarme de esos espíritus. Recibí a Jesucristo como mi único y suficiente Salvador; me incorporé a las actividades que organizaban, lideré grupos de jóvenes; pero con todo lo que he hecho, aun esos espíritus siguen apareciendo en mi cama, en mi casa, no sé cómo librarme de ello. He preguntado a líderes, pastores, pero todos me dicen lo mismo “que confíe en Dios, que Él me librará”, pero pasa el tiempo y todo sigue igual. NO SE QUE HACER

    Mi respuesta a su inquietud fue la misma; que debía confiar en Dios sin más que añadir. Se lamentó, al tener que continuar sin una salida; sin embargo, en su anhelo de hallar contestación, se mantuvo exponiendo su padecer. Por mi parte, solo me resto prestarle toda mi atención, procurando entender su angustia, para luego orar por ella, pero de forma inesperada y en cosas de segundo, llego a mi mente la respuesta que Ángela esperaba. Antes de exponerte la respuesta para esta mujer, he de manifestar, que cuando mi Padre Celestial me otorga un mensaje; además de disfrutarlo al máximo, me llena de tanta energía, que si algún malestar, hambre o preocupación presentaba, desaparece; en mensaje es como cuando te ponen delante un paquete muy grande, y sin mover un dedo, observas como se abre ante tus ojos y contemplas el contenido, así mismo me ocurrió en ese momento

   El Padre de Gloria, por medio de su Espíritu Santo; el encargado de guiarnos a toda verdad – autor de este libro – valiéndose de las experiencias que adquirí por el tiempo que consulte hechiceros, y enlazando con las enseñanzas dejadas por Jesús, me expuso el motivo por el cual, estos espíritus del bajo astral se mantenían en la vida de esta mujer, la salida a su situación dependía de ella. Y parafraseando le expuse:

¡La forma de Liberarte de los Demonios!

¡Ya va, un momento! Dios me acaba de mostrar lo que está pasando y cómo vas a salir de todo esto. Te explico: 

Imagina una línea de un metro; esta línea es tu Fe en Dios.  Ahora bien, esa recta no tiene los 100 cm, sino unos 70 cm y es por esos 30 cm restante que entran estos espíritus. ¿Pero, por qué ocurre esto? Debido a las experiencias que viviste, como lo fue; la sangre que tomaste, los rituales, las velas negras, entre tantas cosas. Ahora, Dios me muestra que todos estos rituales tienen un único fin; y es IMPACTAR y hacer CRECER tu fe en ellos. Esa es la razón por la cual, el lugar de usar una vela blanca, toman un velón negro, y en vez de ser una (1) vela, usan quince (15). De igual manera, mandan a buscar el animal de tanta edad y con unas condiciones específicas; todo con la intención de afectar tu creencia y por ende tu fe en que es muy poderoso lo que van a emplear. Pero, lo que realmente tiene poder, no son las velas, ni los animales, ni sangre ingerida, ni nada de eso, es TU FE, la que tiene Poder, y es el medio que utilizan para afectar tu vida, pues aún crees que esos rituales te mantiene unida con ellos.  Jesús enseñó sobre este asunto; en: 

  Marcos 11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudaré en su corazón, más creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho

Y en Mateo 15: 10 y 11 preciso: Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: – no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.

Al terminar mi exposición, Ángela me declaro: 

– Tenía 17 años, esperando esta respuesta y tú me la diste, gracias, muchas gracias

 En lo inmediato Le referí.

Recuerda, no sabía qué responder, y fue Dios quien te dio la salida, yo solo recibí el mensaje, así que para Dios sea la Gloria.

 Tiempo después la vi, y le pregunté cómo le había ido con el asunto, y me dijo que todo eso desapareció de su vida. Aleluya.

En nuestra Fe, está el Poder.

   Con todo esto, el Espíritu Santo, me hizo comprender que nada de lo que hacemos externo tiene valor, si no va acompañado de un sentimiento genuino. Sin duda, enseñanza crucial, base, fundamental o medular que el Padre de Gloria asentó en mi ser, para desbaratar toda conducta, norma, precepto que consideré apropiado, justo o santo; para merecer ser su hija y lo que me llevaría a la presencia de Dios. 

   Hoy te afirmo, desde mi experiencia, que las obras que hacemos para llegar a Dios, si son útiles, pero a nosotros mismos, pues nos ayudan a conectar con lo que consideramos apropiado y así definir lo que somos. Con todo mi corazón te expreso: sí, hoy por hoy, perteneces alguna religión, y te sientes a gusto, y tienes el sentir que es lo que Dios quiere para ti, y consideras que hacer tal o cual cosas, de una manera o de otra, es lo mejor, y es allí donde te sientes bien, te declaro con la mayor honestidad, ¡PERMANEZCA ALLÍ!.

Sea tu comunión y crecimiento espiritual de su mano, solo ten muy presente, que toda obra que hagas, úsalas como una herramienta para que tu corazón conecte con Dios. Como humanos terrenales que somos, es comprensible sentir la necesidad de hacer algo; es como declarar amor a pareja y no tener detalles que expresen tu amor. Pero ten presente que Dios no es terrenal, que habita en tu corazón y solo tu verdadero Amor es lo que Él desea de ti. 

Jeremías 29:12 y 13 Entonces me invocaréis, y vendréis, y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.